martes, 18 de noviembre de 2014

Texto humanístico de Ortega y Gasset corregido

Aquí os dejo el texto que no nos ha dado tiempo a terminar en el aula. Suerte

               Nuestra vida se decide a sí misma, se anticipa. No nos es dada hecha –como la trayectoria de la bala a que aludí el día anterior. Pero consiste en decidirse porque vivir es hallarse en un mundo no hermético, sino que ofrece siempre posibilidades. El mundo vital se compone en cada instante para mí de un poder hacer esto o lo otro, no de un tener que hacer por fuerza esto y solo esto. Por otra parte, esas posibilidades no son ilimitadas –en tal caso no serían posibilidades concretas, sino la pura indeterminación, y en un mundo de absoluta indeterminación, en que todo es igualmente posible, no cabe decidirse por nada. Para que haya decisión  tiene que haber a la vez limitación y holgura,  determinación relativa. Esto expreso con la categoría ‘circunstancias’. La vida se encuentra siempre en ciertas circunstancias, en una disposición en torno –circum- de las cosas y demás personas. No se vive en un mundo vago, sino que el mundo vital es constitutivamente circunstancia, es este mundo, aquí, ahora. Y circunstancia es algo determinado, cerrado, pero a la vez abierto y con holgura interior, con hueco o concavidad donde moverse, donde decidirse: la circunstancia es un cauce que la vida se va haciendo dentro de una cuenca inexorable. Vivir es vivir aquí, ahora –el aquí  y el ahora son rígidos, incanjeables, pero amplios. Toda vida se decide a sí misma constante entre varias posibles. Astra inclinant, non trabunt- los astros inducen pero no arrastran. Vida es, a la vez, fatalidad y libertad, es ser libre dentro de una fatalidad dada. Esta fatalidad nos ofrece un repertorio de posibilidades determinado, inexorable, es decir, nos ofrece diferentes destinos. Nosotros aceptamos la fatalidad y en ella nos decidimos por un destino. Vida es destino.
                                                                                                José Ortega y Gasset. Obras completas.
1.a- Tema. El autor reflexiona sobre el significado de la vida y su relación con la libertad y el destino.
1.b-Características.
        El texto que vamos a analizar pertenece  a las Obras completas de José Ortega y Gasset, filósofo y ensayista español  de la primera mitad del siglo XX. Se trata, por tanto, de un texto humanístico del ámbito de  la Filosofía, disciplina que estudia los principios fundamentales del conocimiento humano.  Este fragmento presenta una modalidad textual habitual en este tipo de textos, la modalidad expositivo-argumentativa.
Dentro del plano pragmático, observamos que el texto presenta un alto grado de coherencia, tanto global (por la unidad del tema) como parcial (por su progresión y continuidad temática). Ortega y Gasset presenta su idea en las primeras líneas (‘Nuestra vida se decide a sí misma, […] sino que ofrece siempre posibilidades’); pasa luego a argumentar su tesis con una explicación sobre todo aquello que condiciona la vida humana (‘las circunstancias’) y, al final, confirma su idea inicial, ahora reforzada por el argumento, (‘Vida es, a la vez, fatalidad y libertad, […] Nosotros aceptamos la fatalidad y en ella nos decidimos por un destino. Vida es destino’). Sigue una estructura encuadrada, en la proposición inicial da pie a una explicación que tiene también su conclusión y esta conclusión es la tesis que se reafirma al final del texto: en la presentación de la tesis, el autor comienza diciendo que la vida se anticipa, sin embargo utiliza un ejemplo sencillo para explicar que la vida no está predeterminada (‘como la trayectoria de la bala’), sino que elige entre posibilidades.
        La función del lenguaje dominante en el texto es la expresiva pues  es un fragmento con cierto nivel de subjetividad en el que su autor plantea su punto de vista sobre la vida y el destino. También tiene relevancia la función representativa o referencial, ya que Ortega y Gasset trata de comunicar sus conocimientos y reflexiones, haciendo referencia al mundo real (la vida y sus circunstancias).
Observamos también un alto grado de cohesión en  las repeticiones léxicas constantes: vida, vivir, determinación, circunstancias, fatalidad, destino, etc.; o en el uso anafórico y deíctico del pronombre demostrativo neutro en Esto expreso con la categoría circunstancia. La presencia de este pronombre sirve para recoger toda la información anterior y sintetizarla en una palabra; por tanto contribuye a la continuidad temática del conjunto. También destaca el uso anafórico del pronombre personal ella en referencia a la fatalidad ya nombrada en varias ocasiones con anterioridad.
Otros mecanismos que cohesionan el discurso son los marcadores que enlazan y presentan de manera ordenada sus partes. Destacamos los marcadores que estructuran el discurso (Por otra parte) y el uso de conectores consecutivos (es importante destacar este uso en  ‘Y’, que al valor denotativo  de adición se le suma un valor consecutivo: Y circunstancia es algo determinado>Por tanto circunstancia es…) y argumentativos (Pero consiste en decidirse…).
        En el plano fonético-fonológico destaca la utilización de la entonación enunciativa, habitual en este tipo de textos, especialmente en los fragmentos expositivos.
        Desde el punto de vista morfosintáctico, observamos que el sustantivo es la categoría gramatical dominante. Las ideas generales giran en torno a sustantivos abstractos: vida, categoría, determinación, indeterminación, holgura, fatalidad, libertad, destino. El uso de este tipo de sustantivos aporta al texto un grado de conceptualización propia del discurso filosófico o reflexivo. El nivel de abstracción es tan alto que provoca la sustantivación de infinitivos como ‘vivir’ o ‘tener’ y de adverbios como ‘el aquí’ y ‘el ahora’.
El uso de adjetivos es limitado y con valor siempre especificativo: relativa, determinado, cerrado, interior, rígidos, incanjeables, inexorable, etc.
La abundancia de pronombres contribuye a remarcar el tono poco concreto del texto: esto o lo otro, en algo para algo, ante mí, la, lo, ellas, todo, etc. En esta misma línea destaca la presencia del determinante indefinido ‘un’ y la escasez, en general, de otros determinantes (excepto el uso del artículo para las sustantivaciones).
La profusión de verbos imprime vitalidad y dinamismo. Destaca la existencia constante de infinitivos, que redundan en ese carácter general de conceptualización y el uso del presente de indicativo con valor atemporal.
Sobresale la presencia de perífrasis modales, muestra del carácter subjetivo del texto ya que indican la actitud del emisor. Son perífrasis del obligación y posibilidad: tener que hacer, tiene que haber, poder hacer.
Al final del cuerpo argumentativo aparece una perífrasis aspectual durativa-la circunstancia es un cauce que la vida se va haciendo dentro de una cuenca inexorable- para reafirmar la vida como un proceso que está en marcha y que se forma con libertad pero dentro de unos límites.
La presencia del verbo ser a lo largo de todo el texto, es un ejemplo más del carácter nominal y abstracto del mismo.
La mayoría de los verbos que aparecen son de pensamiento o juicio, típicos de este tipo de textos, y muchos de ellos aparecen en primera persona del singular o plural, lo que demuestra la presencia constante del punto de vista del autor.
El uso de la primera persona del plural Nosotros aceptamos,  decidimos,  etc. no debemos entenderlo solo como un plural de modestia propio de este tipo de discursos. Es un procedimiento típico de los textos argumentativos para involucrar al lector en las conclusiones a las que ha llegado el autor tras su proceso reflexivo. El autor no necesita ocultarse tras un plural, ya que no ha tenido inconveniente en usar la primera persona del singular con anterioridad. En este uso subyace, por tanto, cierta intención persuasiva.
La sintaxis del texto es compleja, dominada por la yuxtaposición y la coordinación. Existen también subordinadas temporales, causales y finales, necesarias para la expresión de procesos reflexivos. Es una sintaxis rápida, por la abundancia de verbos y compleja por su variedad.
En el plano léxico-semántico, el texto responde a un registro culto, formal, propio del género al que pertenece, con un lenguaje cuidado y dominio del código.  Es un lenguaje claro, preciso y con valor fundamentalmente denotativo.
No hay ningún campo semántico dominante pero el texto gira en torno a dos palabras clave: ‘vida’ y ‘vivir’.
Ya hemos hecho alusión a la cantidad de sustantivos abstractos presentes en el texto. Además, destacamos ahora el uso de cultismos como: ‘fatalidad’ ya que se utiliza en su sentido etimológico de ‘destino’.
Aparecen tecnicismos propios de los textos filosóficos como ‘inexorable’, ‘determinación’, ‘indeterminación’, ‘categoría’, etc.
En el texto encontramos dos latinismos, ejemplos claros –de nuevo- de los textos filosóficos: circum y Astra inclinant, non trabunt. El hecho de que el autor se apoye en expresiones latinas para defender sus ideas es un procedimiento habitual en las argumentaciones, ya que da carácter de autoridad al autor, al entender el latín como lengua de cultura.
          Por último, citamos algunas  figuras literarias que infieren subjetividad al texto: aparece un símil (ya comentado en la presentación de la tesis); una metáfora ‘la circunstancia es un cauce que la vida se va haciendo dentro de una cuenca inexorable’;  la antítesis o el contraste ‘circunstancia es algo determinado, cerrado, pero a la vez abierto y con holgura interior’ (no es una contradicción, ya que la circunstancia permite la elección abierta dentro de unos límites). Y la sentencia final presentada con una oración ecuativa: ‘Vida es destino’. El uso de sentencias en el discurso humanístico es una marca clara de la actitud del emisor ante lo que expone: su seguridad absoluta de haber llegado a una verdad absoluta.
    1.c-Tipo de texto. Por todo lo expuesto podemos concluir que nos encontramos ante un fragmento expositivo-argumentativo de un texto humanístico de carácter filosófico que pertenece al género ensayístico ya que destaca el enfoque  personal que el autor imprime al discurso. Ortega y Gasset nos permite observar  sus impresiones personales sobre la vida y el destino mediante la exposición de un proceso reflexivo.



2-Resumen. La vida se presenta como un proceso en el que el individuo elige entre las posibilidades que el mundo le ofrece. Este ejercicio de libertad, sin embargo, está influido por una serie de circunstancias en torno a las que gira, relacionadas con las cosas y las personas. Cada persona decide su vida pero en esta decisión también interviene el destino, la fatalidad, aunque el hombre tiene capacidad para escoger entre varios destinos.